miércoles, 27 de mayo de 2009


"Pues ¿qué cosa es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, yo lo sé para entenderlo; pero si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé para explicarlo" San Agustín, Confesiones, Libro XI.

La superficie auditiva de la música ¿es el borde, es el contorno de intervalos que seguimos al escuchar? ¿Puede ser la proliferación vertical ó armónica de un sonido que provoca un brillo en nuestros oídos? ¿Esa música tiene una superficie y otra no? ¿Es posible realizar enteramente una superficie en música ó es más bien un fenómeno propio de la pintura??
Pensando en todo esto, le pregunté a un pintor amigo: "¿qué es la superficie en música, de la cual yo siempre estoy hablándote? ¿cómo la definirías?... Me contestó: "La superficie del compositor es una ilusión en donde él ubica alguna cosa real -el sonido-. La superficie del pintor es esa cosa real donde él crea una ilusión". Con tan buen resultado, proseguí: "¿quisieras decirme ahora cuál es la diferencia entre un músico que trabaja con superficies y otro que no?" "Una música que tiene una superficie se construye con el tiempo; una música que no la tiene se somete al tiempo" dijo.
Mi obsesión por la superficie es el tema de mi música. En este sentido, mis composiciones no son del todo composiciones.Deberíamos llamarlas telas temporales; telas que yo imprimo más ó menos con un tinte musical. Aprendí que cuanto uno más compone ó construye, más inpide al tiempo imperturbado que se vuelva metáfora del control de la música.
Yo prefiero pensar mis obras como: entre categorías. Entre tiempo y espacio. Entre pintura y música. Entre la construcción de la música y su superficie.
Morton Feldman/ Entre categorías.

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