... Me pregunto cómo es posible concebir ciertas maniobras sin ver la pelota, el área, el arco y al arquero. No se lo digo, pero por primera vez sospecho que muchísimas cosas dependen menos de la vista que del instinto. Que la vista está incluso sobreestimada en este mundo de la imagen y que la imagen distrae de la esencia de la vida. Silvio no ve el fútbol, pero lo siente. No sabe cómo son los colores y las formas, pero las sospecha. Muchas veces advierte lo que nadie... porque está atento, porque no está distraído, porque escucha de verdad al otro, porque es ciego.
Jorge Fernández Díaz - La Nación
especiales.lanacion.com.ar/multimedia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario